Menorca es verano. Somos afortunados de tenerla tan cerca. Visitar sus maravillosas calas de cálidas aguas turquesas, mediterráneas o contemplar sus espectaculares puestas de sol… Un paraíso, un oasis de tranquilidad, a pesar de lo masificadas que vamos a encontrar algunas zonas, pero para las que siempre hemos encontrado alternativa.
A Menorca hay que ir sin prisa, llegamos a todas partes en el día aunque nos alojemos en un extremo de la isla, entonces ¿para que correr?
Queremos contaros nuestro viaje a Menorca con nuestra Familia Numerosa por si os sirve de inspiración.
Una semana no da para mucho pero hemos intentado abarcar lo máximo posible sin volvernos locos.
Para alojarnos elegimos la zona de Calan Bosch en el suroeste de la isla. Nos gusta especialmente porque como nos alojamos en villas, apartamentos / apartahoteles, en la zona de el lago hay muchas opciones de restauración con una oferta adecuada para todo tipo de bolsillos, y Ciudadela queda muy cerquita…En Interhome podemos encontrar apartamentos y casas de todo tipo. Con supermercados cerca y muy bien ubicados para entrar y salir desde / hacia Ciudadela y el resto de Menorca.
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En definitiva, hemos estado muy a gusto.
Booking.comVisitas imprescindibles:
Podéis pasar el día en Cala Galdana y Cala Mitjana. La vista desde el mirador de Cala Galdana es impresionante. Aparcar puede resultar bastante complicado en plena temporada alta. Os recomiendo subir a la zona del mirador e intentar aparcar allí puesto que se baja a la playa por unas escaleras (unas 200…) y disfrutar de la tranquila pero poblada playa.
Para llegar a Cala Mitjana hay que recorrer un sendero de 1 km y medio con bastante sombra que sale desde las inmediaciones del mirador y para el que es aconsejable llevar calzado adecuado. Son unos 20 minutos a través de un magnífico paisaje de encinas. Este sendero forma parte del Camí de Cavalls, un sendero histórico que rodea la isla. A lo largo del camino, desde el aparcamiento hasta su orilla, podremos admirar antiguos hornos de cal, barracas de piedra para el resguardo de animales, carboneras y otros elementos del paisaje rural menoquín.
Una vez que llegas, oohh…la cala es preciosa. Sus aguas azul turquesa y su privilegiada situación la hacen muy muy especial.
Disfrutar Menorca es ver sus maravillosas puestas de sol. Un buen lugar para ello es el Faro d’Artrutx, pero hay muchos más como el Faro de Punta Nati o el de Cavalleria. Hay que ir con tiempo, no vais a estar solos y suele ser difícil encontrar un hueco donde dejar el coche…
Yo diría que es imprescindible realizar una ruta por algunas de las calas del norte de Menorca que están menos saturadas que las del sur, ideales para pasar el día en familia.
Estas son algunas de las playas que no debéis perderos:
Playa Cavallería, acceso sencillo, tranquila y familiar. Es una de las playas más grandes de la costa norte de Menorca, con casi 500 m. Tiene un fondo marino muy bueno para hacer snorkel.
Cala Pregonda cuyo acceso no es sencillo (ya que hay que recorrer unos 2 km de sendero al sol) sobre todo al ir con niños, pero sin duda merece la pena. Es una de las playas emblemáticas de Menorca, totalmente vírgen. Hay que llegar hasta el restaurante Binimel.lá donde hay bastante aparcamiento y desde allí sale un sendero que nos lleva a las diferentes calas.
La playa de Es Grau es la playa familiar por excelencia dada su poca profundidad y escaso oleaje. Su fina arena y un parking muy cercano hacen que sea perfecta para nuestras familias numerosas. Es la más extensa de toda la Albufera de Es Grau. Desde esta maravillosa playa menorquina de aguas cristalinas se pueden hacer excursiones en kayak o en velomar hasta las playas de S’arenal des Moro y Tamarells. Nosotros pudimos reservar un velomar y fue una de las experiencias más bonitas y encantadoras. De camino a ellas pasamos por una auténtica piscina azul turquesa ya que estamos dentro del Parque Natural de la Albufera de S’es Grau. Maravilloso y relajante. De lo mejor de Menorca sin duda.
Abandonando las calas del norte de la isla hay que reconocer que son innumerables las playas que podemos disfrutar en Menorca. Es imposible mencionar todas. Las hay pequeñas pero con mucho encanto como esta de Sa Caleta en la costa oeste.
En contraposición tenemos playas como la de Son Bou, la más extensa de la isla, orientada al turismo ya que cuenta con todo tipo de servicios y un acceso fácil en coche. Una buena opción para pasar una agradable tarde en la costa sur de la isla.
No podemos obviar dos de las calas más famosas de Menorca: Cala Turqueta y Cala Macarella. Vas a tener que madrugar si quieres verlas ya que tienen aforo limitado indicado por unos carteles situados al inicio del camino que nos lleva hasta ellas. Nosotros aprovechamos un día nublado en el que habían caído algunas gotas para poder ver una de ellas. Sin duda las dos joyas de la corona.
Pero no todo en Menorca son playas.
Por ejemplo el pueblecito de Binibeca Vell, de cuento de hadas, es una visita que no se puede pasar por alto. Se encuentra a 10 km de Mahón. Repleto de pequeñas callejuelas blancas, tranquilo y luminoso no nos dejó indiferentes.
Ciudadela, es el segundo núcleo urbano más importante. Destaca sobre todo su agradable casco histórico y toda la zona del puerto con numerosos restaurantes repletos de gente..
Amenaza tormenta en Cales Fonts. Pequeño puerto pesquero peatonal que conserva la belleza del muelle antiguo, puesto que sigue habiendo embarcaciones pequeñas de pescadores locales. Un paseo muy agradable, lugar perfecto para parar a comer o cenar.
Para finalizar, os recomendamos una excursión en barca por algunas de las calas de la isla. Puede ser organizada ya que hay muchas que salen desde Ciudadela o desde Calan Bosch. Pero si os gusta la aventura, podéis alquilar vuestra propia lancha, más pequeña si no disponéis de título de navegación o un poco más grande si ya sois lobos de mar. Nosotros disfrutamos de un precioso día de navegación costera que ojalá podamos repetir muy pronto.
