Pues sí, esta vez tocaba una de montaña.
Hay que ir variando para abrir la mente. Y aunque vivimos en una zona montañosa, esto son palabras mayores.
El objetivo principal de esta escapada familiar al Pirineo Aragonés era conocer algo del Parque nacional de Ordesa, y digo «algo» porque es casi inabarcable, pero tanto a la ida como a la vuelta hemos encajado un par de rutas muy bonitas que también teníamos ganas de realizar, como los Mallos de Riglos y la ruta de las pasarelas de Alquézar.
Por lo tanto nos ha quedado un viaje de lo más bonito y sobre todo con los colores otoñales que le dan un plus de belleza a los paisajes de montaña.
En cierta ocasión pasamos muy cerca de Riglos y pudimos contemplar sus majestuosos Mallos. Nos quedamos con las ganas de conocerlo un poco más de cerca y por eso, en cuanto hemos podido lo hemos incluido en una de nuestras rutas.
Ruta de los Mallos de Riglos
Se podría decir que es el pre-Pirineo pero no importa. Es algo espectacular a pesar que nos ha obligado a hacer bastantes kilómetros extra.
Se puede hacer una preciosa ruta circular partiendo desde el mismo pueblo de Mallos. Son unos 5.6 km que nos llevó 2 horas y media con las paradas para fotos, almuerzo, etc..
Para nuestro gusto es mejor hacerla en sentido contrario a las agujas del reloj. De esta manera tendremos una subida más corta y bastante empinada y una bajada más tendida y larga pero con unas vistas maravillosas. El terreno tiene mucha piedra suelta y bajar por el lado con más pendiente además nos parece que es más peligroso . El desnivel el todo caso no llega a 500 m.
Los Mallos de Riglos son el paraíso de los escaladores. Cuentan con una de las mayores colonias de buitres leonados de Europa. Podemos ver además el quebrantahuesos, que se encuentra en vías de extinción.
Completamos el día con una visita guiada al Castillo de Loarre, la fortaleza románica mejor conservada de Europa y escenario de numerosas películas.
Después de la visita continuamos nuestro camino hacia Aínsa catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España y no sin razón.
De las numerosas rutas que se pueden hacer por la zona del Parque Nacional de Ordesa teníamos que elegir 2, no hay tiempo para más.
Una debía ser la archiconocida Ruta de la Cola de Caballo y la segunda fue la Ruta del Ibon de Plan.
Ruta de la cola de caballo
Antes de comenzar hay que tener en cuenta la fecha en la que vamos a ir. En los meses de verano y puentes solo se puede llegar en coche hasta la bonita localidad de Torla, desde donde parten autobuses que nos dejan en la Pradera de Ordesa. Fuera de estas fechas es posible llegar en coche hasta la Pradera.
Estos autobuses tienen un coste de 5 € por persona. Súper aconsejable pegarse el madrugón para estar allí muy pronto, encontrar sitio para aparcar y evitar la larguísima cola (en nuestro caso hora y media) del bus.
Se hace pesada la espera pero despu´és te olvidas.
Es en la Pradera de Ordesa donde comienza la ruta en sí. Son 17.5 km a veces un poco exigentes para los ni´ños. Todo está perfectamente indicado siguiendo el sendero GR-11 que acompaña el curso del río Arazas y va remontando todo el Valle de Ordesa. La primera parte hasta llegar a las Gradas de Soaso es muy cómoda y bonita con el ambiente y colores otoñales. A partir de ahí el camino se estrecha y se va haciendo más empinado hasta llegar al Circo de Soaso y la cascada de la cola de caballo.
El paisaje en todo momento es imponente y abrumador. Majestuoso.
Se vuelve por el mismo camino pero en este caso descendiendo. La ida nos llevó casi 3 horas mientas que la vuelta menos de 2.
Esta es la ruta más popular y con razón…
Ruta del Ibón de Plan
Otra maravilla de la naturaleza.
Se trata de uno de los Ibones más bonitos del Pirineo.
Hay diferentes formas de llegar y en este caso escogimos acercarnos lo máximo posible en coche. Se accede desde la localidad de Saravillo donde hay que comprar un ticket que cuesta 5 € y nos permite circular por una pista forestal durante unos 15 km, más o menos 45 minutos. No es imprescindible llevar todo terreno o 4×4 pero el camino a veces es complicado y hay que ir muy despacio y extremando precauciones. Si vais en invierno o después de lluvias, es probable que no se pueda circular con vehículos convencionales.
Esta pista nos lleva hasta el refugio de Lavazar donde comienza una corta ruta de 1,5 km que nos acerca al Ibón de Plan o también llamado Basa la Mora.
El paisaje, como se puede ver en las imágenes es maravilloso. Se respira una paz impresionante. Es como si se parara el tiempo.
Sin darnos cuenta llegamos al final de nuestra escapada. En este caso nos apetecía hacer una ruta de pasarelas y nos decidimos por Alquézar, en la comarca del Somontano, situada a orillas del río Vero y a los pies del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. También nos obligaba a hacer un desvío importante de camino a casa, pero no hay que ser perezosos.
Ruta de las pasarelas en Alquézar.
Alquézar está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España y realmente así nos lo pareció.
Hay varios aparcamientos antes de llegar al pueblo que en gran parte es peatonal. Debemos dirigirnos andando hacia la plaza desde donde prácticamente comienza el sendero de las pasarelas. Está todo perfectamente indicado. Es necesario comprar los tickets de acceso y allí mismo comienza la bajada hacia el río Vero. El primer tramo es un importante descenso donde hay que ir con cuidado, sobre todo los niños. Una vez que llegas a las pasarelas ya todo es más sencillo.
El paseo y el entorno son preciosos, diferentes.
Es una ruta muy sencilla que se puede llevar a cabio en una hora más o menos.
El balance de esta escapada no puede ser mejor. Nos ha encantado todo lo que hemos visto. Nos hemos quedado con ganas de mas.
Volveremos…
